Perú se encuentra a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, lo que lo convierte en uno de los países más propensos a los terremotos del mundo. Durante los eventos sísmicos, los edificios y las fábricas a menudo se enfrentan a riesgos como cortes de energía, incendios y evacuaciones caóticas. Esto hace que la fiabilidad de la señalización de emergencia y la orientación para la evacuación sea especialmente crítica.
El vinilo fotoluminiscente, con su carga rápida y brillo duradero, se ha convertido en una mejora de seguridad esencial para edificios e instalaciones industriales en Perú. Después de solo 5–10 minutos de exposición a la luz natural o artificial, la cinta que brilla en la oscuridad puede proporcionar visibilidad durante 2–12 horas en completa oscuridad, asegurando rutas de evacuación claras incluso en apagones o condiciones llenas de humo.
En el sector de la construcción, las cintas fotoluminiscentes se aplican ampliamente a las barandillas de las escaleras, los marcos de salida, los corredores de evacuación y las paredes de los pasillos, lo que permite a los ocupantes localizar rápidamente las salidas seguras durante las emergencias. En las fábricas y los sitios mineros, la señalización luminosa se utiliza para marcar zonas peligrosas, resaltar las posiciones de los equipos e identificar los pasajes de emergencia, reduciendo así el riesgo de accidentes.
A medida que el gobierno peruano continúa fortaleciendo los estándares de preparación para terremotos, el vinilo fotoluminiscente se está convirtiendo en un material de seguridad obligatorio para las instalaciones públicas y los sitios industriales. No solo mejora la eficiencia de la evacuación, sino que también proporciona un mayor nivel de protección tanto para los trabajadores como para los residentes.